La hora del baño de los niños debería ser un momento divertido de vinculación que les permita aprender lo básico del autocuidado. Sin embargo, también puede representar un peligro. Los expertos aseguran que los niños pueden ahogarse en tan sólo unos pocos centímetros de agua, y puede tomar tan sólo unos momentos de distracción parental para que esto suceda.
Una Supervisión Adecuada es la Clave
Para reducir el riesgo, es importante que los padres estén supervisando en todo momento. Cualquier niño menor a los 4 años no debería permanecer ni un minuto solo en el agua. Si suena el timbre o alguien requiere de su atención, envuelva al niño en una toalla y llévelo con usted para evitar dejarlo en la bañera o cerca de ella, pues si solo lo saca y lo deja en el baño, podría intentar volver a meterse y ponerse en peligro.
Múltiples Riesgos
Las lesiones y fracturas son otro peligro importante al momento del baño. Los recién nacidos y los infantes pueden volverse resbalosos con el jabón y moverse rápidamente, por lo que es difícil sostenerlos. Es importante colocar sostenedores y eslingas para mantener a los niños en una posición estable y evitar que se golpeen contra los lados de la bañera. Quizá sienta la tentación de quitarlas cuando el niño ya tengo cierto control muscular y pueda sentarse por sí mismo, pero asegúrese de que pueda mantener la postura sin caerse antes de quitarlas; incluso entonces, manténgase cerca para poder sostenerlos en caso de que empiece a resbalarse o caerse. Aún cuando el niño tenga buen control muscular, las agarraderas siempre son una buena forma de asegurar que no se caiga en la bañera.