Los casos de responsabilidad civil, por lo general se presentan cuando el propietario de un bien inmueble no ha tomado las debidas precauciones para evitar que ocurran accidentes y lesiones previsibles en la propiedad. Si el propietario del bien inmueble no cuenta con un seguro contra accidentes, la persona que sufra un accidente y se lesione podrá reclamar daños y perjuicios y sanciones en contra del propietario. Los casos de responsabilidad civil difieren ampliamente, no obstante entre los más comunes se encuentran los siguientes:
1) Accidentes graves por resbalón y caída. A menudo, este tipo de litigios suceden cuando a una persona se le permite el ingreso o se le invita a una propiedad y se resbala y cae. Por consiguiente, o sufre una lesión grave de la cabeza o cualquier otra clase de lesión importante. En estos casos, el demandante debe probar que el propietario del bien inmueble hizo o desatendió hacer alguna cosa que causó el accidente. El propietario es responsable de advertir a la persona —en este caso la victima— de cualquier peligro posible y esperar que ésta tome las debidas precauciones para prevenir accidentes y lesiones. Estos casos pueden constituir un reto para ejercer, ya que es de esperarse que la persona que resbaló tome las precauciones pertinentes. El hecho de que el accidente por resbalón o caída se haya dado por sí solo, no es evidencia de un hecho ilícito. El demandante debe demostrar que hubo negligencia o alguna circunstancia que provocó su lesión.
2) Accidentes en piscina y a punto de morir ahogado. Los propietarios de piscinas necesitan tomar medidas para que éstas sean relativamente seguras. El propietario debe asegurarse de contar con los medios necesarios de seguridad, resucitación, y dispositivos de socorrismo. En los balnearios, se cuenta con que los propietarios tengan salvavidas, o equipo específico de seguridad disponible, o deben tener advertencias explícitas expuestas de cualquier peligro posible. Las piscinas particulares se espera que estén debidamente protegidas a fin de evitar que los menores entren al agua sin autorización.
3) Agresiones. El propietario de una empresa debe tomar las debidas precauciones para garantizar la seguridad de sus empleados, clientes y visitantes. Por ejemplo, si en el área existe un antecedente delictuoso, el propietario debe advertir a las personas que se encuentren de visita en la empresa, o debe tomar medidas para proteger a quienes acuden al lugar con regularidad. Por ejemplo, los propietarios de cajeros automáticos, en donde han ocurrido asaltos, necesitan asegurarse de que la iluminación sea adecuada y de que haya cámaras de seguridad para proteger a las personas que acuden a realizar retiros de efectivo.
4) Abuso sexual. Como con las agresiones, los propietarios de empresas son responsables de tomar las debidas precauciones que garanticen la seguridad de las personas que visitan sus negocios. La cantidad de medidas que se consideren necesarias se relaciona con la clase de agresión, con qué facilidad podría haberse previsto, y el antecedente del abuso sexual que tuvo lugar en el sitio, por ejemplo, los garajes con iluminación deficiente tienen más posibilidades de provocar un caso de responsabilidad civil que un estacionamiento en un área relativamente segura y con la iluminación adecuada.