Estudios entre el 2003 y el 2007 revelaron que el fraude de licencias existe en al menos 24 estados. Cuando los investigadores federales se enteran de un fraude de licencia, examinan y reexaminan al resto de los conductores que hayan conseguido su licencia bajo circunstancias sospechosas. Sin embrago, los expertos piensan que hay miles de conductores no calificados que recibieron su licencia de manera sospechosas.
En muchos casos, el fraude de licencias involucra a un examinador externo que es contratado por el estado. De acuerdo con los expertos, estos examinadores son responsables de la prueba de manejo y algunos de ellos, sin escrúpulos, aceptan dinero a cambio de una calificación de aprobado. Este sistema permite, literalmente, que los conductores compren sus licencias, aún cuando no están calificados para conducir un camión. Más aún, en algunos estados, tienen una actitud muy relajada en lo que se refiere a las licencias y algunos de estos estados son incapaces de proveer a los investigadores federales las listas de los conductores con licencias.
De acuerdo con el Departamento de Transporte de E.U., los conductores que obtuvieron su licencia de manera incorrecta son un peligro en las calles. Estos conductores están operando con máquinas muy grandes que pueden causar múltiples muertes y serias lesiones personales al chocar, volcarse, o verse involucrados en otro tipo de accidentes. Los conductores sin licencia que no fueron evaluados adecuadamente y no recibieron el entrenamiento debido, cometen más errores que los conductores correctamente preparados, de modo que incrementan el riesgo de accidentes.
La agencia Federal Motor Carrier Safety Administration es la encargada de ver por la seguridad de los camiones. Esta agencia contacta a los conductores que parecen no haber sido examinados de manera correcta y que necesitan volver a ser examinados. Sin embargo, la agencia no cree que tenga la jurisdicción de quitar a estos conductores de la calle en caso de que no parezcan estar calificados. De acuerdo con los expertos, la confusión sobre las regulaciones hace que se mantenga a los conductores que son poco seguros en las calles.
En Florida, la división de licencias de manejo, depende mucho de los examinadores externos que hacen las pruebas de manejo ya que simplemente no cuentan con el presupuesto necesario para contratar examinadores privados que cumplan con la demanda de las pruebas. A finales de 1990, luego de una estafa en Illinois, el estado de Florida se vio forzado a examinar a los examinadores cuando fue revelado que, una escuela en Tampa, estaba ofreciendo licencias a cambio de dinero sin necesidad de prueba alguna. Muchos de los conductores que obtuvieron su licencia en esa escuela ni siquiera eran residentes de Florida. Aunque Florida tiene como objetivo el reforzar las regulaciones desde entonces, muchos expertos aseguran que el estado nunca podrá terminar con el fraude le licencias. Los examinadores externos son difíciles de regular debido a su gran número.